Descubren lo que podría ser la versión más antigua de nuestro alfabeto

El primer ejemplo de nuestro alfabeto, una posible frase mnemotécnica que ayudó a alguien a recordar «ABCD», ha sido descubierto inscrito en una pieza de piedra caliza (ostracon) hace 3.400 años procedente del antiguo Egipto, según cree un erudito.
Tres de las palabras comienzan con el equivalente antiguo de B, C y D, creando lo que puede ser una frase mnemotécnica.

Thomas Schneider (izquierda), profesor de Egiptología y Estudios del Cercano Oriente en la Universidad de Columbia Británica, informó sobre descubrimiento en un artículo publicado recientemente en el Boletín de las Escuelas Americanas de Investigación Oriental. «Este hallazgo sería la primera certificación histórica de ‘nuestra’ secuencia del alfabeto», dijo a Live Science en un correo electrónico.
Los especialistas de hoy en día a veces llaman al antepasado primitivo de nuestra secuencia del alfabeto ABCD la secuencia «abgad», porque esta frase menciona algunas de las primeras letras de la versión temprana de nuestro alfabeto. Hasta este descubrimiento, el ejemplo más antiguo de esta secuencia databa de hace unos 3.200 años, escribió Schneider en su artículo.

El alfabeto que usamos en la actualidad se deriva del utilizado por los fenicios, una civilización que floreció hace aproximadamente entre 3.500 y 2.300 años en el Mediterráneo oriental. Ellos empleaban lo que los expertos llaman una lengua semítica, un término que se refiere a una rama de lenguas que remonta sus orígenes al Medio Oriente, cada una compartiendo algunas palabras similares. El precursor temprano de nuestro alfabeto estaba escrito en lenguas semíticas. Sin embargo, pocos textos escritos en lenguas semíticas datan de hace 3.400 años o más.

¿Primeros ABCDs?

Un equipo de arqueólogos del Cambridge Theban Tombs Project, dirigido por Nigel Strudwick (derecha), descubrió el óstracon en 1995 en una tumba que perteneció a un oficial egipcio llamado Sennefer, y recientemente Schneider la estudió y descifró. Mientras que el texto está escrito en hierático -una forma de escritura jeroglífica egipcia- «todas las palabras parecen ser de origen lingüístico extranjero y son en su mayoría semíticas», escribió Schneider en su artículo.

Un lado de la pieza de piedra caliza contiene una serie de símbolos jeroglíficos egipcios que representan las palabras «bibiya-ta» (una palabra que puede significar «caracol de tierra»), «garu» (una palabra que puede significar «paloma») y «da’at» (una palabra que puede significar ‘milano’), anota Schneider en su artículo. Hace más de 3.000 años, la «g» habría representado el sonido que «c» tiene hoy en día, precisa Schneider a Live Science. Esto significa que la primera letra de cada una de estas palabras es el equivalente antiguo de «BCD».

Hay símbolos frente a estas tres palabras que son más difíciles de interpretar, pero se podrían deletrear como «elta’at» (una palabra que puede significar «geco» o «lagarto»). Y es posible que todos los signos juntos formaran la frase «y el lagarto y el caracol, y la paloma y el milano …», escribe Schneider en su artículo, una frase que puede haber ayudado a la persona que escribió el texto a recordar el orden correcto del antiguo precursor del alfabeto de hoy en día.

 la otra cara del óstracon. © Nigel Strudwick

Otra secuencia alfabética

El otro lado del óstracon también contiene una serie de palabras semíticas escritas en hierático. Los investigadores deletrean las palabras «hahāna lāwī ḥelpat mayyin leqab». Las primeras letras de las primeras cuatro palabras de esa serie -las letras «hlhm»- representan las primeras de otra secuencia alfabética antigua, una que nunca llegó a ser tan popular como el precursor antiguo de nuestro alfabeto.

Estas palabras forman una frase que significa, «hacer agradable al que dobla la caña y riega [según el Qab»]. El «qab» es una unidad de medida que equivale a aproximadamente 1,2 litros. Esta frase probablemente ayudó a la persona que escribió esta inscripción a recordar las primeras letras de esta secuencia alfabética, afirma Schneider.

Ben Haring (izquierda), un profesor de Egiptología en la Universidad de Leiden, fue el primero en reconocer la secuencia «hlhm» en este óstracon y publicó un artículo sobre el mismo en 2015 en el Journal of Near Eastern Studies.

¿Práctica del alfabeto semítico?

Quien escribió estas inscripciones hace 3.400 años puede haber estado tratando de recordar el comienzo de ambas secuencias alfabéticas. Sennefer fue un funcionario que se ocupó de los asuntos exteriores de Egipto y probablemente entendía las lenguas semíticas que se usaban en el Mediterráneo oriental.

Cuando se estaba construyendo la tumba de Sennefer, tal vez los escribas que ayudaron a construirla estaban tratando de aprender las lenguas semíticas, y uno de ellos escribió estas palabras como ejercicio de práctica, según sugiere Schneider.

Foto:© Nigel Strudwick 1997-2018

El artículo de Schneider fue publicado recientemente, como se dice más arriba, pero aún está por verse cómo los académicos reaccionarán ante sus conclusiones.

Haring, quien identificó la secuencia «hlhm», dijo que le agrada el trabajo de Schneider, pero que es cauteloso sobre la idea de que el otro lado del óstracon muestre evidencia del antiguo precursor de nuestra secuencia de alfabeto moderno. Un problema importante con la investigación de esta pieza es la falta de textos escritos en semítico que daten de hace 3.400 años. Esto significa que, cuando los expertos analizan las palabras, deben usar textos semíticos de periodos posteriores para entenderlas, aunque sus significados podrían haber sido diferentes hace 3.400 años, sostiene Haring.

Cuando Haring publicó su hallazgo «hlhm» en 2015, lo hizo como una sugerencia, pues incluso él no estaba convencido de su propio descubrimiento en ese momento. Él afirma que su hallazgo ha recibido con una amplia aceptación entre los expertos, pero queda por ver si la propuesta de Schneider recibirá la misma aceptación.

Fuente: livescience.com

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